jueves, 11 de febrero de 2010

Mi amiga es Anoréxica

Hace tiempo, unos dos o tres años, mi amiga Lucía emepezó a preocuparse por su peso. Simpre decía esto señalando su estómago: "Uff, voy a tener que ponerme a dieta porque esto no es normal". La verdad es que yo no la veía muy gorda, simplemente normal, un poco rellenita, pero normal.

A partir de entonces, empezó a hacer lo que ella llamaba "dieta", que no era más que comer sólo en pequeñas raciones y en pocas comidas al día. Con esta "dieta" perdió unos cuantos kilos, pero ella seguía sin verse del todo bien. Ya no estaba rellenita, ya estaba empezando a ponerse delgada.

Un día, me dijo que estaba muy triste porque no se veía bien, que se miraba en el espejo y se ponía a llorar. También me dijo que intentaba siempre comer lo menos posible y que cuando creía que había comido demasiado se provocaba el vómito, cosa que me pareció increíble. Empecé a darme cuenta de que tenía un grave problema, y llegué a la conclusión de que debía ayudarla, pero no sabía como.

Sus familiares se habían puesto en contacto con un especialista en estos casos, y les aconsejó que debían apoyarla y sobre todo intentar que se viera bien consigo misma. Esto parecía bastante difícil porque la situación en la que se encontraba su familia era bastante mala, ya que sus padres estaban divorciados. Yo intenté apoyarla lo máximo posible, pero no servía de mucho.

Para cuando nos fuimos a dar cuenta, la pobre ya estaba muy delgada, y no había muchas esperanzas de que se recuperara, hasta que un día sus padres se reconciliaron y juntos ayudaron muchísimo en la recuperación de Lucía. Además, consiguieron una plaza en una residencia especializada en casos de anoréxia y bulimia.

Así que, actualmente se está recuperando lentamente en compañía de su familia.

Andrés Collantes Pantoja

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